A juzgar por los comentarios que hemos recibido de lectores de Ante todo, hacer algo (hoy en descuento el audiolibro), uno de los principales efectos del libro es que le ha dado “permiso de hacer” a mucha gente.
Podría haberse titulado Hágale, sin miedo pues finalmente muchos lo están leyendo así.
Uno de mis propósitos de este año era tomar más riesgos. No estoy seguro de haberlo cumplido, a pesar de que estoy heavily invested en Ecopetrol.
Cuando repaso lo que he hecho este año que podría parecer riesgoso me da la sensación de que ha sido más atrevido que arriesgado (y eso):
Dar una conferencia en inglés in cartagening hilton.
Comprar Ecopetrol a lo que marca.
Actuar como si fuera un comerciante paisa y ser más activo con la venta de patrocinios.
Hacer una inversión cuantiosa en el aspecto visual de Atemporal (en curso).
Como ven, nada realmente emocionante. Creo que como buen miembro de mi generación soy bastante averso al riesgo y necesito constantemente que alguien me diga Hágale, sin miedo.
David Brooks escribía hace poco sobre la generación más rechazada, que vienen siendo los que ahora están entrando al mercado laboral. Nosotros somos la generación más aversa al riesgo. O depronto todas las generaciones creen eso sobre sí mismas.
Y se me ocurría que una posible explicación cultural de ello es que somos la generación que ha vivido pendiente de sus pares. Antes, cuando a uno le había ido mal en la vida, no le tocaba confesárselo a sus pares hasta el quinto guaro en la reunión de veinte años de graduados. Hoy, tras la cooptación instagramera de la vida real, la rendición de cuentas es constante. Ya no hay “gente de mi pasado” sino que todos estamos encerrados en un presente que nunca acaba. Y, con la vigilancia eterna de todo el mundo todo el tiempo, no es sorpresa que nos hayamos vuelto más temerosos de fallar.
No es tanto que el fracaso sea mal visto como que el fracaso es demasiado fácil de ver. Lo que disuade de arriesgarse no es las ideas generales que tiene una sociedad sobre el fracaso (aunque importan) sino los ojos siempre puestos sobre el fracaso particular que uno pueda tener.
El efecto de eso es que la gente le tiene mucho miedo a la parte maluca del éxito (ver gráfica).
Cuando lo ven a uno gordo o con una barba con parches dudosos es difícil explicar que lo que pasa es que uno está en la parte maluca del proceso. Que para ser viga primero hay que ser gordo y que para tener una barba decente primero hay que portarla de manera indecente. Para ganar, primero hay que perder un poco: vivir el retroceso, el tropiezo que es la antesala de las zancadas más ambiciosas.
Pero vaya pues usted explique que es que está en la parte de la caída de la gráfica cuando ya la gente se está imaginando que usted está estancado en una gráfica que se aplanó hace rato.
Quiero tomar más riesgos. Treinta y uno me parece demasiado joven para afincarse en los magros activos que ha podido uno acumular. Y no me refiero solo a mis acciones de Ecopetrol, ni a la cajita de Nubank, sino a todo. A la reputación, a cómo uno gasta su energía, etc.
En su libro Antifrágil, Nassim Taleb promueve una barbell strategy -estrategia de barra- como manera de enfrentar el riesgo. Imaginen una barra de esas de gimnasio con pesas a cada extremo. Taleb dice que uno debería poner la mayoría de pesas, de bajo riesgo, en un extremo de la barra, mientras que del otro lado pone un solo disco extremadamente arriesgado. La idea es que uno no asume riesgos existenciales pero en todo caso se expone a una posible ganancia extrema o pérdida (que no lo deja en la calle) total.
Dwarkesh Patel se pregunta cómo integrar la barbell strategy en diferentes aspectos de la vida. Así, en vez de tomar café todos los días (reduciendo en el largo plazo los efectos de la cafeína) reservar los fines de semana para taponarse las arterias con espressos y trabajar en un proyecto emocionante. En vez de leer libros de psicología pop (que solo ofrecen anecdotas irrelevantes y metáforas vagas), leer libros solo por diversión (para Dwarkesh sci-fi o manga) o libros de texto de ciencia.
Al final el mismo Dwarkesh reconoce que muchas de sus ideas son imprácticas pero que es en todo caso un ejercicio intelectual interesante. Es en esos puntos de desbalance -como argumentaba en un texto anterior- donde se esconden las grandes ganancias. Y lo cierto es que uno tiende a ser mediano y balanceado en casi todo lo que hace. A tomar café (moderado) todos los días en vez de un atracón de café un sabado providencial. A escuchar un poquito de todo en vez de música de protesta chavista sin descanso ni variación. A jugar al pádel, al tennis, y al golf en vez de a jugarse el todo por el todo por el deporte reina.
¿En qué podría ser irracionalmente desbalanceado? Me lo llevo preguntando todo el año y todavía no sé.
Recomendación de la semana:
Sanduche de atún de Pergamino (not a sponsor).
Esta semana en Atemporal: Conversé con Alejandro Salazar sobre la identidad colombiana, los errores no forzados en los que tendemos a caer, por qué no le preocupa nuestras cifras en exportaciones, y un posible futuro para el país.
La startup que quiere tumbar el trono de Claro, Tigo, Movistar y ETB con un internet más rápido y más barato: así titula Forbes.co una historia sobre el patrocinador de este Newsletter. En una industria en la que el usuario promedio no solo no está contento con su servicio de internet sino que habla mal de su proveedor, Somos Internet tiene tasas de satisfacción de usuario arrolladoramente positivas. Esto es porque -a diferencia de las compañías tradicionales- Somos no terceriza su servicio al cliente, ni alquila los cables de internet. Somos es dueño de sus cables, de su servicio al cliente, y del internet de fibra óptica más veloz del país (hasta 2GB!).
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Me reí mucho con este newsletter (se agradece). También creo que somos así porque muchos papás de nuestra generación nos lo inculcaron: estudiar le asegura el futuro, comprar una casa le asegura la existencia, etc. A veces pienso: cuando arriesgo gano, ¿qué tal si entonces arriesgara más seguido? Pero siempre llega esa voz: pero ¿y qué tal no? Somos varios en ese paseo. Igual creo que dedicar la vida a escribir y hacer entrevistas y transmitirlo es un riesgo muy divertido. tambien hay que comprar Health stock :)