Desde la revolución francesa tenemos estas dos perspectivas: o la vida es lidiar con las consecuencias de las decisiones de los demás, o la vida es lidiar con las consecuencias de las decisiones propias.
La primera crea un Estado de Derechos y la segunda un Estado de Deberes.
En la primera perspectiva (relatada luego por K. Marx y sus áulicos, disque desde la historia), es necesario crear esa entelequia del Establecimiento que bien señalas, allí la dialéctica necesaria es: cómo buscar relaciones causales entre lo que nos ocurre y las decisiones que toma el Establecimiento, por lo que al resto de la sociedad solo le corresponde asumir un papel de víctima.
En la segunda perspectiva, o el Establecimiento es una mitología (H. Arendt) o la dialéctica necesaria es: cómo buscar hacer parte del tal Establecimiento para asumir parte de la responsabilidad del destino común.
Desde la revolución francesa tenemos estas dos perspectivas: o la vida es lidiar con las consecuencias de las decisiones de los demás, o la vida es lidiar con las consecuencias de las decisiones propias.
La primera crea un Estado de Derechos y la segunda un Estado de Deberes.
En la primera perspectiva (relatada luego por K. Marx y sus áulicos, disque desde la historia), es necesario crear esa entelequia del Establecimiento que bien señalas, allí la dialéctica necesaria es: cómo buscar relaciones causales entre lo que nos ocurre y las decisiones que toma el Establecimiento, por lo que al resto de la sociedad solo le corresponde asumir un papel de víctima.
En la segunda perspectiva, o el Establecimiento es una mitología (H. Arendt) o la dialéctica necesaria es: cómo buscar hacer parte del tal Establecimiento para asumir parte de la responsabilidad del destino común.
Buen artículo; gracias.