Una época horrible e indeleble; sobrevivimos por pura suerte.
Sí, el narcotráfico permeó la sociedad a todos los niveles e incorporó un sistema de valores ajenos hasta ese momento a la historia de nuestras comunidades.
Sí, sobrevivimos pero aún padecemos esa distorsión: continúa el desprecio por la vida, por la autoridad del Estado, por el trabajo legal y honrado, etc. Algunos barrios en Medellín aún viven bajo la égida del terror de las bandas criminales auspiciadas por ese negocio e incluso se justifica erróneamente como desigualdad de oportunidades.
Sí, los empresarios en general (más allá del GEA, que es una de las narrativas) dieron ejemplo de resistencia y sobretodo lo hicieron muchos ciudadanos de a pie que se negaron a convivir con los narcotraficantes y aceptar sus valores; allí, en esa amalgama, puede estar la respuesta de cómo se logró levantar esta ciudad ante tamaña tragedia.
Una época horrible e indeleble; sobrevivimos por pura suerte.
Sí, el narcotráfico permeó la sociedad a todos los niveles e incorporó un sistema de valores ajenos hasta ese momento a la historia de nuestras comunidades.
Sí, sobrevivimos pero aún padecemos esa distorsión: continúa el desprecio por la vida, por la autoridad del Estado, por el trabajo legal y honrado, etc. Algunos barrios en Medellín aún viven bajo la égida del terror de las bandas criminales auspiciadas por ese negocio e incluso se justifica erróneamente como desigualdad de oportunidades.
Sí, los empresarios en general (más allá del GEA, que es una de las narrativas) dieron ejemplo de resistencia y sobretodo lo hicieron muchos ciudadanos de a pie que se negaron a convivir con los narcotraficantes y aceptar sus valores; allí, en esa amalgama, puede estar la respuesta de cómo se logró levantar esta ciudad ante tamaña tragedia.