Tal vez lo que nos une es reconocer que nada nos une...; que esa es nuestra narrativa nacional: que somos "un país a pesar de sí mismo", que somos una nación que se conserva unida a pesar de las profundas diferencias geográficas, culturales, económicas, étnicas, etc...
Buen punto. También se podría decir de México, Bélgica, Brasil y España (bueno, en este último caso, hay fuerzas muy vivas de desunión, y eso incluso puede tener algún sentido, un sentido de la competencia entre Madrid y Barcelona, por ejemplo).
Cuando viví en Bruselas, me decían que Bélgica eran 2 países unidos por el Rey y la Seguridad Social.
Alguna vez, no hace mucho, tuve la oportunidad de hablar con Carlos Castaño Uribe, el que redescubrió el Chiribiquete. Me contaba sobre su investigación a partir del arte rupestre contenido en las formaciones rocosas y como la historia que cuentan nos puede dar un sentido de pertenencia como nación pues podríamos todos terminar descendiendo de la cultura ancestral que allí habita y que según entiendo datan de antes de la teoría de la población de América a través del estrecho de Bering. Valdría la pena tenerlo en Atemporal.
A mí me parece y esto es una improvisación, que tenemos en común una visión optimista de la vida, un optimismo a prueba de realidades y cálculos, un optimismo desbocado
Lo de "Colombia era el país que se derrumba mientras se va de rumba" también lo decíamos de España hace más de un siglo.
Como dices, necesitábamos un destino. Y creo que el destino era, para España, parecerse más a Europa. Y, luego, poder entrar en la ahora Unión Europea.
Creo que los deseos individuales llevados a un colectivo o elite con poder, tienen la capacidad de crear un proyecto país o región (puede ser tácito o no), estos intereses desembocan en la sociedad fragmentada en que vivimos, el resultado de esa mezcla de proyectos y deseos nos tienen hoy en donde estamos, con cosas buenas y otras que no nos gustan, a veces lo evidente y lo lógico no tiene cabida ni explicación para quienes no compartimos el destino elegido. Saludos.
Creo que nos une el hecho de que no estamos unidos, mejor dicho nos identificados espacialmente e intelectualmente, el concepto de país es imaginario lo construimos con el contexto social y territorio ocupado en el que habitamos, para nuestro caso algo débil en mi opinión ya que es evidente desde la emancipación (alrededor 214 años) que ese hilo conductor que rompimos no lo hemos podido cuajar del todo y mucho menos tejer como un proyecto nación, hay algo de tejidos regionales de sociedad; aborreciendo parte de lo que somos y amando el otro pedazo de lo que podemos ser.
Tal vez lo que nos une es reconocer que nada nos une...; que esa es nuestra narrativa nacional: que somos "un país a pesar de sí mismo", que somos una nación que se conserva unida a pesar de las profundas diferencias geográficas, culturales, económicas, étnicas, etc...
Buen punto. También se podría decir de México, Bélgica, Brasil y España (bueno, en este último caso, hay fuerzas muy vivas de desunión, y eso incluso puede tener algún sentido, un sentido de la competencia entre Madrid y Barcelona, por ejemplo).
Cuando viví en Bruselas, me decían que Bélgica eran 2 países unidos por el Rey y la Seguridad Social.
Definitivo nos une Crepes & Waffles. Caño Cristales tal vez no.
Alguna vez, no hace mucho, tuve la oportunidad de hablar con Carlos Castaño Uribe, el que redescubrió el Chiribiquete. Me contaba sobre su investigación a partir del arte rupestre contenido en las formaciones rocosas y como la historia que cuentan nos puede dar un sentido de pertenencia como nación pues podríamos todos terminar descendiendo de la cultura ancestral que allí habita y que según entiendo datan de antes de la teoría de la población de América a través del estrecho de Bering. Valdría la pena tenerlo en Atemporal.
No se si funcionaría, lo veo muy lejos en la historia...
A mí me parece y esto es una improvisación, que tenemos en común una visión optimista de la vida, un optimismo a prueba de realidades y cálculos, un optimismo desbocado
Lo de "Colombia era el país que se derrumba mientras se va de rumba" también lo decíamos de España hace más de un siglo.
Como dices, necesitábamos un destino. Y creo que el destino era, para España, parecerse más a Europa. Y, luego, poder entrar en la ahora Unión Europea.
Creo que los deseos individuales llevados a un colectivo o elite con poder, tienen la capacidad de crear un proyecto país o región (puede ser tácito o no), estos intereses desembocan en la sociedad fragmentada en que vivimos, el resultado de esa mezcla de proyectos y deseos nos tienen hoy en donde estamos, con cosas buenas y otras que no nos gustan, a veces lo evidente y lo lógico no tiene cabida ni explicación para quienes no compartimos el destino elegido. Saludos.
Bien escrito, Diego.
Creo que nos une el hecho de que no estamos unidos, mejor dicho nos identificados espacialmente e intelectualmente, el concepto de país es imaginario lo construimos con el contexto social y territorio ocupado en el que habitamos, para nuestro caso algo débil en mi opinión ya que es evidente desde la emancipación (alrededor 214 años) que ese hilo conductor que rompimos no lo hemos podido cuajar del todo y mucho menos tejer como un proyecto nación, hay algo de tejidos regionales de sociedad; aborreciendo parte de lo que somos y amando el otro pedazo de lo que podemos ser.
¡Saludos!